Cuando pienso que quiero esta casa, ese coche, o cualquier otro deseo, el mensaje que le estoy trasladando a mi cerebro es que no estoy contento con lo que tengo.
Cambiar los hábitos, modificar el entorno y superarlo cambia tu perspectiva y tu personalidad.
El mundo exterior condiciona nuestras experiencias al hacerlas rutinarias y manteniéndonos en el pasado.
La Programación Neurolingüística o PNL nos ayuda a reprogramar el cerebro para que crea que ya está en nuestros objetivos futuros porque la mente no distingue de tiempos, no diferencia entre real y ficticio. Es enseñar al cuerpo a sentirse en el presente antes de que lo experimente.
Cuando uno empieza a sentirse completo, rebosante de amor, o siente gratitud, está empezando a modificar su futuro. Lo generas en tu cuerpo químicamente. Siendo creadores de nuestra propia vida.
Tomar las mismas decisiones que ayer hace que nos mantengamos en el mismo lugar. Dejar paso a lo desconocido para reinventarte y cambiar las emociones, sentimientos y creencias del pasado.
Sentirse bien en la incomodidad, con lo desconocido, es el lugar perfecto para crear.
Según dice Joe Dispenza, doctor en quiropráctica, la energía es el 99.99% y la materia el 0,01%, la mente es el propio cerebro en acción y la energía influye en la materia.
El cerebro es un registro del pasado, al igual que los sentimientos y la emociones. Condicionando al cuerpo a actuar en el pasado, viviendo en el pasado. Cuando conviertes al cerebro en un mapa del futuro, empiezas a crear un nuevo futuro porque la mente no distingue entre lo que está pasando y pasará.
Si creas una experiencia en tu mente, el cuerpo y el cerebro pensaran que ya ha sucedido y químicamente se prepararán para ello. Y este círculo virtuoso es el que te ayudará a conseguir tus propósitos y, en definitiva, a llevar una vida más plena y satisfactoria.
Autor: Juan José Velasco
